El País de los Lotófagos

Cuenta Homero en la Odisea que cuando Ulises y el resto de su tripulación regresaban de Troya camino de Ítaca, el viento les hizo deparar en el País de los Lotófagos (Isla de los Comedores de Loto), un lugar en el que sus habitantes se alimentaban de flores de loto, cuyo dulzor y buen sabor hacía olvidar a quienes lo probaban de todo cuanto guardaban en la memoria.

El regreso a Ítaca peligró en tanto en cuanto los compañeros de Ulises se olvidaron de que debían volver a sus casas, porque en su mente, ni patria, ni casa, ni familia recordaban tener.


Transformemos ahora las flores de loto por cualquier producto audiovisual que ingerimos pasada la hora de la comida en cualquiera de los canales de la Televisión. Probemos ahora a transformar estas flores por cualquiera de los mensajes que, como noticia, se publican y desmienten casi al instante y tornan a llamarse ‘rumores'.

Cambiemos por último estas flores de loto por los mensajes de contenido económico, político, religioso o social que aceptamos como reales porque así nos obligan a hacerlo las fuerzas mayores de la Sociedad de la Información en que nos encontramos inmersos.

Sumemos a toda esta droga, el adormecimiento de la Sociedad civil, el desengaño por la política y la desconfianza por quienes dicen gobernarnos y actuar de oposición.

He aquí el resultado: ni siquiera reconocemos que está en nuestra mano el cambio, que la Sociedad civil la formamos todos...y lo que es peor, que ya no sabemos regresar a Ítaca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario